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El viaje personal de Marisol Cuellar

Hola, soy Marisol Cuellar.

Disfruto mucho trabajar con cabello rizado; es un universo sorprendente. A lo largo de mi trayectoria he descubierto que las personas normalmente estudian o se profesionalizan en algo que está relacionado con un problema que tuvieron desde pequeños y han decidido dedicarse a investigar para ser mejores y poder ayudar a otros y así evitarle a las personas “sufrimientos” que algunas veces pueden ser innecesarios. Mi historia no es mi excepción; durante años, oculté mi cabello crespo con alisados, ya que de alguna manera no me sentía atractiva con rizos, siempre preferí el cabello liso desde mi infancia. La pandemia, admito, fue una bendición tanto para mí como para muchas mujeres. Nos brindó la oportunidad de quedarnos en casa, lejos de juicios, y nos permitió conocer nuestro cabello real. Algunas optaron por cortarlo por completo, otras dejaron que creciera y lo fueron cortando de manera constante, y algunas decidimos crear ondas en la parte que aún permanecía lisa mientras el cabello crecía. Esta ha sido una de mis mejores experiencias, ya que cuando recuperé mi cabello, pude sanar, pude mirarme diferente, pude mirarme con amor y es por eso que amo trabajar y ser parte del mundo del cabello rizado, quiero ayudar a las personas a sanar, a redescubrirse y vivir felices con su melena. 

Iniciar el proceso de transición no fue sencillo, no solo por los desafíos capilares, sino también por las implicaciones emocionales. Para mí, verme con rizos nuevamente fue como conectar con mi niña interior; fue un acto de recordar, sanar y aceptar. Abrazar la naturaleza crespa del cabello implica embarcarse en una investigación constante, ya que estamos explorando un mundo que apenas comenzamos a comprender. En muchas ocasiones, experimentamos qué funciona y qué no. A medida que avanza la ciencia y comprendemos que somos seres individuales en todos los sentidos, aumenta la complejidad de recomendar productos, ya que lo que beneficia a una persona no necesariamente beneficia a otra y es por esto que hago la invitación a estudiar profundamente el cabello antes de recomendar productos y tecnologías, que sea una recomendación basada en un diagnóstico capilar y, si es necesaria, con un dermatólogo.

La investigación constante es fascinante, ya que nos permite conocernos cada día más y fomenta el respeto y amor propio. A lo largo de los años, he tenido la oportunidad de trabajar con miles de tipos de cabellos, y las mujeres que se aceptan con rizos son notablemente distintas. Una mujer reconciliada y enamorada de su cabello es una mujer empoderada, que irradia felicidad y brilla con una chispa única. Esto no significa que las demás mujeres no lo sean, claro que lo son, pero reconocer y aceptar nuestra propia esencia crespa nos otorga un don especial y una increíble capacidad de cambio y adaptación.

Como mencioné anteriormente, llevo muchos años dedicada al estudio del cabello y enseñando el maravilloso arte de la belleza capilar. Me encantaría que las universidades pudieran reconocer la belleza capilar como una carrera profesional a nivel mundial. Espero sinceramente que este sueño se haga realidad, ya que la belleza es intrínseca a todas las personas.

Numerosas personas me han alentado a escribir sobre todo lo que sé acerca del cabello crespo, y finalmente decidí escuchar esas sugerencias. Al sentarme frente al computador, dejo que las palabras fluyan libremente con la esperanza de que disfruten enormemente este conocimiento, el cual he plasmado con mucho amor para todas ustedes.

El viaje con el cabello no para, es toda una aventura y de corazón les recomiendo que se animen a vivirla. 

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