Durante la pandemia, redescubrí y acepté mi cabello crespo. Esta transformación capilar y emocional me llevó a conocerme y amarme más. Como educadora, veo cómo mujeres se empoderan al enamorarse de sus rizos.
Descubriendo mi verdadera esencia
Hola, soy Marisol Cuellar.
Trabajar con cabello rizado me apasiona profundamente; es un universo sorprendente y fascinante. A lo largo de mi trayectoria profesional, he notado un patrón interesante: solemos especializarnos en aquello que representó un desafío en nuestra vida. Nos dedicamos a investigar y perfeccionarnos para ayudar a otros, evitándoles “sufrimientos” muchas veces innecesarios.
Mi historia confirma esta observación. Durante años, oculté mi cabello crespo bajo alisados, pues no me sentía atractiva con mis rizos naturales. Desde mi infancia, siempre preferí el cabello liso, negando una parte esencial de mí misma.
La pandemia: una bendición inesperada
La pandemia, debo admitirlo, fue una bendición tanto para mí como para muchas mujeres. Nos regaló un espacio seguro, lejos de juicios externos, permitiéndonos redescubrir nuestro cabello natural. Algunas optaron por un corte radical, otras dejaron crecer su cabello cortándolo periódicamente, y algunas, como yo, decidimos crear ondas en las partes que permanecían lisas mientras el nuevo crecimiento aparecía.
Esta experiencia ha sido una de las más transformadoras de mi vida. Al recuperar mi cabello natural, pude sanar heridas profundas, mirarme con nuevos ojos y, lo más importante, contemplarme con amor genuino. Es por esto que hoy amo trabajar en el mundo del cabello rizado: quiero ayudar a otras personas a sanar, redescubrirse y vivir plenamente felices con su cabello natural.
Un viaje más allá de lo capilar
Iniciar mi transición no fue fácil, no solo por los desafíos técnicos capilares, sino también por las implicaciones emocionales que conllevaba. Verme nuevamente con rizos significó conectar con mi niña interior; fue un acto de recordar, sanar y finalmente aceptar.
Abrazar la naturaleza crespa implica embarcarse en una investigación constante. Estamos explorando un mundo que apenas comenzamos a comprender profundamente. Experimentamos continuamente qué funciona y qué no para nuestro cabello único.
A medida que avanza la ciencia y comprendemos que somos seres individuales en todos los aspectos, aumenta la complejidad de recomendar productos universales.
Por esto, hago una invitación sincera a estudiar profundamente el cabello antes de recomendar productos y tecnologías. Cada recomendación debe basarse en un diagnóstico capilar personalizado y, cuando sea necesario, con el apoyo de un dermatólogo profesional.
El poder transformador de la aceptación
La investigación constante es fascinante porque nos permite conocernos cada día más y fomenta el respeto y amor propio. A lo largo de los años, he tenido el privilegio de trabajar con miles de tipos de cabellos, y puedo afirmar con certeza: las mujeres que se aceptan con sus rizos naturales son notablemente diferentes.
Una mujer reconciliada y enamorada de su cabello es una mujer empoderada, que irradia felicidad y brilla con una chispa única. Esto no significa que las demás mujeres no sean valiosas y especiales, por supuesto que lo son. Pero reconocer y aceptar nuestra propia esencia crespa nos otorga un don especial y una increíble capacidad de cambio y adaptación.
Un sueño profesional
Como mencioné anteriormente, llevo muchos años dedicada al estudio del cabello y a la enseñanza del maravilloso arte de la belleza capilar. Uno de mis mayores anhelos es que las universidades reconozcan la belleza capilar como una carrera profesional a nivel mundial. Espero sinceramente que este sueño se materialice, ya que la belleza es un elemento intrínseco a todas las personas.
Compartiendo conocimiento con amor
Numerosas personas me han alentado a escribir sobre todo lo que sé acerca del cabello crespo, y finalmente decidí escuchar esas sugerencias. Al sentarme frente al computador, permito que las palabras fluyan libremente con la esperanza de que disfruten enormemente este conocimiento, el cual he plasmado con profundo amor para todas ustedes.
El viaje con el cabello natural no termina nunca; es toda una aventura continua de descubrimiento y crecimiento. De corazón les recomiendo que se animen a vivirla plenamente. Los beneficios trascienden lo estético para tocar lo más profundo de nuestra identidad y autoestima.
¿Estás lista para iniciar tu propio viaje de redescubrimiento?