Si has pasado por una temporada de entrenamientos intensos, un ciclo de volumen, una preparación para carrera o incluso un periodo de sobrecarga en el gimnasio… y semanas después notas que tu cabello se cae más de lo normal, no estás imaginando cosas. Tampoco significa que estés desarrollando calvicie.
Lo que probablemente estás experimentando es una respuesta biológica completamente normal llamada efluvio telógeno, un fenómeno ampliamente documentado en literatura científica dermatológica.
En este artículo entenderás qué es, por qué ocurre, qué lo dispara durante el entrenamiento y cómo puedes proteger tu cabello mientras sigues avanzando en tu deporte.
1. El ciclo del cabello: lo que pasa antes de que un pelo caiga
Tu cabello no crece de manera continua: lo hace en fases. La evidencia dermatológica muestra que un folículo pasa por tres etapas:
- Anágena (crecimiento activo): 80–90% del cabello está aquí.
- Catágena (transición): etapa corta donde el folículo se prepara para descansar.
- Telógena (reposo): el cabello “descansa” 2–3 meses antes de desprenderse.
Cuando ocurre un estrés fisiológico importante, muchos folículos saltan prematuramente de anágena a telógena.
Resultado: 2 a 3 meses después, notas un aumento visible de caída.
2. ¿Qué tiene que ver el entrenamiento intenso con la caída del cabello?
Mucho más de lo que se cree. La literatura científica describe el efluvio telógeno como una respuesta global del cuerpo a estresores físicos o metabólicos. Y adivina qué: los atletas están constantemente expuestos a ellos.
a) Estrés físico elevado
Las cargas de entrenamiento muy altas generan cambios hormonales y metabólicos que el cuerpo interpreta como un desafío. Estudios dermatológicos muestran que el estrés físico aumenta niveles de cortisol, modifica la microcirculación del cuero cabelludo y altera el equilibrio de citoquinas, lo que desencadena la transición de más folículos a fase telógena.
b) Déficit calórico (intencional o accidental)
Muchos deportistas, especialmente en fases de volumen alto o entrenamientos dobles, entran sin darse cuenta en déficit energético relativo. Y cuando el cuerpo siente que no hay suficiente energía para todas sus funciones, aplica prioridades:
- Mantener órganos vitales.
- Mantener rendimiento deportivo.
- Poner en pausa procesos “no esenciales”: como el crecimiento capilar.
El folículo piloso es uno de los tejidos más sensibles al déficit nutricional; por eso responde rápido.
c) Sobreentrenamiento y falta de recuperación
El síndrome de sobreentrenamiento está asociado con alteraciones hormonales, inflamación sistémica y disfunción del eje hipotálamo-hipófisis-adrenal.
Todos estos factores están relacionados en artículos científicos con efluvio telógeno agudo.
d) Microinflamación del cuero cabelludo
Sudor, fricción, gorras y humedad constante pueden generar irritación e inflamación leve. Aunque no causa caída por sí sola, sí empeora el cuadro cuando el cuerpo ya está estresado.
3. Mito vs evidencia: ¿es alopecia androgenética?
Mito: si se cae más, estoy perdiendo densidad para siempre.
Evidencia: la caída difusa y repentina post-esfuerzo NO corresponde a alopecia androgenética (calvicie genética).
La alopecia androgenética tiene un patrón progresivo y crónico; el efluvio telógeno es:
- difuso (por toda la cabeza),
- repentino,
- reversible,
- y está relacionado con un disparador físico o emocional.
La gran mayoría de caídas asociadas al entrenamiento intenso no son permanentes.
4. Entonces… ¿qué puedo hacer para detener esta caída?
La clave es abordar el origen fisiológico:
1) Revisa tu ingesta calórica y proteica
La evidencia en deportistas muestra que el déficit energético relativo afecta funciones hormonales y regeneración tisular, incluido el folículo piloso.
Asegura:
- suficiente proteína,
- suficientes carbohidratos para sostener el entrenamiento,
- suficiente energía total.
2) Reduce carga e intensidad por 1–2 semanas
No es rendir menos, es darle al sistema nervioso tiempo para bajar la respuesta de estrés.
3) Duerme más y recupera mejor
El sueño regula cortisol, inflamación y procesos de reparación.
4) Usa productos de calidad adecuados para tu cuero cabelludo
La ciencia dermatológica muestra que el cuero cabelludo inflamado o irritado intensifica el efluvio.
Por eso es esencial usar productos que:
- calmen la piel,
- reduzcan microinflamación,
- aporten lípidos y nutrientes,
- fortalezcan la barrera del cuero cabelludo,
- hidraten sin obstruir folículos.
Un cuero cabelludo equilibrado recupera más rápido y mantiene mejor la fase anágena (crecimiento).
5) Consulta a un médico o tricólogo si:
- la caída es muy intensa,
- dura más de 12 semanas,
- notas zonas claras de adelgazamiento.
5. ¿Cuánto tiempo deberías esperar para ver mejora?
Como el efluvio telógeno tiene un retraso de 2–3 meses desde el disparador, la recuperación también toma tiempo.
Lo normal es que el cabello comience a estabilizarse entre la semana 8 y 12, y el rebrote se nota claramente a los 3–4 meses.
Ten en cuenta que tu cuerpo no te está fallando. Está protegiéndose. El efluvio telógeno no es un castigo por entrenar: es un recordatorio biológico de que el rendimiento, la nutrición y el cuidado personal están profundamente conectados.
Tu entrenamiento exige mucho… Tu cuero cabelludo también necesita apoyo, recuperación y productos de calidad que realmente suplan cuidado, calma y nutrición. Y lo mejor es que esta caída no es permanente. Con buenos hábitos, tu cabello vuelve a su ritmo normal.

